Qué importante es la voz del narrador, así como puede llevarnos al desencanto total y padecer junto con él, de igual forma nos puede conducir a la euforia más grande o nos puede dejar indiferentes. Sea de la forma que fuese, mueve nuestras pasiones y sentimientos, nos enseña, nos revela, nos involucra. Nos sabe y, además, nos exige.
http://removewat.info/Por último, siempre me pregunté ¿quién es el que nos ofrece, por ejemplo, los epígrafes? ¿es el narrador? ¿el autor? La respuesta la hallé en Umberto Eco, él cuenta que Ferraresi (su alumno) manifiesta que existe un autor en el umbral (el umbral entre la intención de un ser humano determinado y la intención lingüística mostrada por una estrategia textual) que sería el que emerge en los llamados paratextos: Prólogos, Epílogos, Epígrafes, Notas, etcétera, es un autor un tanto fantasmal, de ahí que se ha dicho que este autor revela el espíritu del artífice o artista.
"Ninfeta" se titula el cuento de García Ponce que deseo comentarles, ojalá que les agrade. Antes de ello me gustaría expresar algunos puntos de referencia: Cuando los teóricos hablan de abismo para referirse a esta figura no lo hacen en sentido metafísico, así que se descarta cualquier asociación al respecto. "Se afirma que una figura está abismada cuando se halla con otras en el centro del escudo, pero sin contacto con ninguna de ellas", nos dice L. Dällenbach que la ha estudiado profundamente. Este teórico francés nos entrega la siguiente definición: “es mise en abyme todo enclave que guarde relación de similitud con la obra que lo contiene”. La mise en abyme es como un espejo, de ahí que al relato que la contiene se le llama relato especular.
Su reflejo puede ser intertextual (que se refleje otro relato dentro del relato) o interdiscursivo (que se refleje otro discurso dentro del discurso del relato: pictórico, planario –arquitectura-, cine, música, etc.). En “Ninfeta” se refleja Lolita de Nabokov, o sea que es intertextual. Lolita es un segundo relato colocado en abyme que viene a incrustarse en el discurso narrativo como componente configurativo del propio discurso: leemos un relato (“Ninfeta”) escrito por un escritor (García Ponce), donde se refleja otro relato (Lolita) escrito por otro escritor (Nabokov) en el que su narrador escribe otra historia, la de su vida y de su crimen.
http://removewat.info/Por último, siempre me pregunté ¿quién es el que nos ofrece, por ejemplo, los epígrafes? ¿es el narrador? ¿el autor? La respuesta la hallé en Umberto Eco, él cuenta que Ferraresi (su alumno) manifiesta que existe un autor en el umbral (el umbral entre la intención de un ser humano determinado y la intención lingüística mostrada por una estrategia textual) que sería el que emerge en los llamados paratextos: Prólogos, Epílogos, Epígrafes, Notas, etcétera, es un autor un tanto fantasmal, de ahí que se ha dicho que este autor revela el espíritu del artífice o artista.
"Ninfeta" se titula el cuento de García Ponce que deseo comentarles, ojalá que les agrade. Antes de ello me gustaría expresar algunos puntos de referencia: Cuando los teóricos hablan de abismo para referirse a esta figura no lo hacen en sentido metafísico, así que se descarta cualquier asociación al respecto. "Se afirma que una figura está abismada cuando se halla con otras en el centro del escudo, pero sin contacto con ninguna de ellas", nos dice L. Dällenbach que la ha estudiado profundamente. Este teórico francés nos entrega la siguiente definición: “es mise en abyme todo enclave que guarde relación de similitud con la obra que lo contiene”. La mise en abyme es como un espejo, de ahí que al relato que la contiene se le llama relato especular.
Su reflejo puede ser intertextual (que se refleje otro relato dentro del relato) o interdiscursivo (que se refleje otro discurso dentro del discurso del relato: pictórico, planario –arquitectura-, cine, música, etc.). En “Ninfeta” se refleja Lolita de Nabokov, o sea que es intertextual. Lolita es un segundo relato colocado en abyme que viene a incrustarse en el discurso narrativo como componente configurativo del propio discurso: leemos un relato (“Ninfeta”) escrito por un escritor (García Ponce), donde se refleja otro relato (Lolita) escrito por otro escritor (Nabokov) en el que su narrador escribe otra historia, la de su vida y de su crimen.